One Direction: Harry Styles se pelea con Paul McCartney y Ringo Starr

Dramatis Personae:

José Luis– Paul McCartney

Zejo– Harry Styles

Benjamín– Ringo Starr

ESCENA.– Escenario improvisado en el Estadio de Wembley, Londres.

ACTO ÚNICO

ESCENA ÚNICA

Días después de la final de la Liga de Campeones, entre el Bayern Munich y Borussia Dortmund, Paul McCartney se prepara para dar un concierto gratuito. Sin embargo, el público corea el nombre de One Direction. Harry Styles, vocalista de la banda, saluda al público entre gritos de histeria de sus fanáticas. Ofuscado, Paul McCartney llama a Ringo Starr, quien se encuentra en su camerino, colocándose sus aretes. Harry Styles, sube al escenario y se prepara para cantar. Paul McCartney sale al escenario con RingoStarr y grita:

Paul McCartney–

¡Ringo! We need a convention,
un remember o algo así.
¡Soñé que mi «Let It Be»
lo cantaba «One Direction»!
They swallow the reputation
de la música. ¡Qué orgía!
¡Qué bodrio! ¡Qué porquería!
¡Qué ridículo! ¡Qué fiasco!
¡El show business es un asco
de mercachifles hoy día!

Harry Styles camina por el escenario y se coloca entre Paul McCartney y Ringo Starr. Saca un espejo pequeño del bolsillo trasero de su pantalón, se mira en él y se peina. Luego mira su reloj y le habla a los dos, con soberbia:

Harry Styles–

«The Beatles» son esqueleto
de una moda que pasó,
sí, que gustó y que arrasó,
pero quedó en el panfleto.
Sorry, pareces «Geppeto»,
pues te hace falta la vista.
Paul, deja de ser pleitista:
«One Direction», more than you!,
¿nuestros temas?, ¡más que un blue!
Ya no eres el mismo artista.

Ringo Starr observa a Harry Styles con ironía. Le da la espalda y se dirige a Paul McCartney.

Ringo Starr–

Dear Paul, you don´t forget:
eras el «atomic pile»;
no reclames, Harry Style
sólo es the little cadet.
We are the last of the quartet:
«The Beatles», the best, la banda
y el tiempo que nos ablanda.
Lennon, Harrison y el loco
Billy Preston. Queda poco.
Somos bastón y bufanda.

Harry Styles se ríe a carcajadas, mientras Ringo Starr lo observa de pies a cabeza. Luego mira al cielo, alza los brazos y dice «Te invoco, John. Aleja de mí a este chibolo, que no sabe lo que hace y menos lo que dice». Se vuelve hacia Paul McCartney y lo invita a acercarse a los micrófonos para empezar a tocar.

Ringo Starr–

A Little Help from My Friends
fue una canción que compuse;
Harry, disculpa que abuse,
are you a person who transcends?
¡Eso es lo que he pretends!
Love Somebody hace bailar
pero él no sabe cantar,
compuse esa melodía
que ni él la imaginaría…
Pronto lo iré a velar.

Harry Styles–

¡Qué demonios hablas, Ringo!
Dirás que soy un chibolo,
no me corro ni me inmolo:
¡Me la juego como el bingo!
No creas que soy vikingo,
mis canciones no son risa;
el mundo las televisa,
les gustan a las fanáticas,
-torpe, si llamas lunáticas-
no way, suenan hasta en misa.

El público disfruta de la discusión y corea el nombre de Paul McCartney y Harry Styles. El primero, toma la delantera y se acerca a un micrófono:

Paul McCartney–

El tiempo me ha vuelto sabio,
no quiero pelear más;
cada quien con su compás,
su brújula, su astrolabio.
Ya no queda ni resabio
de cólera en mi baúl.
¿Será celeste el azul?
¡Pues que sea! No hay objection.
Pero eso sí, ¡«One Direction»
nunca llega a Liverpool!

Harry Styles intenta tocar «Let it be», pero su intento es defectuoso y el público lo abuchea. Entre la platea, una fanática se desmaya por la vergüenza y Harry Styles sale de escena asustado. Paul McCartney y Ringo Starr, empiezan a tocar «Help!»

(TELÓN.)