Dramatis Personae:
José Luis Mejía (Perú), Zejo Cortez (Perú), Benjamín Edwards (Chile),
Alexis Días Pimienta (Cuba), Benjamín Valdivia (México),
El Topo Erudito (Argentina), Pedro Poitevin (Guatemala),
Pedro Villa (España), Carmen Macareño (Venezuela),
Nicolás Poulsen (Argentina), Omar Camino (Perú).
Todos se interpretan a sí mismos.
ESCENA.– Antigua Taberna Queirolo, Cercado de Lima.
ACTO ÚNICO
ESCENA ÚNICA
En vísperas del diez de agosto, Día de la Décima Peruana, Benjamín Edwards se encuentra sentado en la barra, intentando conectarse por Skype con José Luis Mejía, quien vive en Singapur. Zejo Cortez entra a escena junto a Alexis Díaz Pimienta, Benjamín Valdivia y Pedro Poitevin. Saludan a Benjamín Edwards. Zejo Cortez pide una ronda de «chilcano de pisco» a un misterioso mozo que se encuentra con una gorra que impide ver su rostro con claridad.
Benjamín Edwards–
¿Aló? ¿José Luis? ¡amigo!
Los veo, ya están entrando;
Pimienta y Zejo charlando,
¿Qué? La señal... A ver ¿sigo?
Benja y Pedro están conmigo.
Ya sabes, falta que lleguen
algunos y se congreguen
con el mundo en poesía,
disfrutar la travesía
cuando a las musas se entreguen.
Entran a escena Pedro Villa, El Topo Erudito, Omar Camino, Carmen Macareño y Nicolás Poulsen, y saludan animadamente al resto de decimistas. Benjamín Edwards pide más «chilcanos» mientras revisa, nuevamente, su teléfono. Pedro Villa los interrumpe:
Pedro Villa–
Del aprieto que me ha puesto
dar el sí a la invitación,
dirigida a la atención
de un grupo que está compuesto
de poetas, que han dispuesto
darle la rima debida
de décimas, a su vida
desde muchos universos:
Doy despacho, con diez versos
de diez «des», en su salida…
Zejo Cortez bebe el «chilcano de pisco» de un tirón junto a Benjamín Valdivia y Pedro Poitevin. Omar Camino, con su guitarra, y Carmen Macareño, se unen a la conversación.
Benjamín Valdivia–
Al bar llamado «La Vida»
venimos a celebrar
que la Décima sin par
siga en su flama prendida.
Cantándola bien medida
los decimistas reunidos
trazan versos coloridos
y de música esplendente
desde el alba hasta el poniente
y en décimas encendidos.
Alexis Díaz Pimienta se acerca a la barra y le pide al misterio mozo un «Cuba Libre». Este se lo alcanza, pero Pedro Poitevin se le adelanta y se lo quita de las manos. Lo bebe de un trago, mientras mira el letrero en neón del bar, y dice:
Pedro Poitevin–
Hip salud hip compañeros
decimistas, bebedores:
Son hip ustedes mejores
poetas: hip más certeros.
Nueve rondas hip enteros
en esta fiesta pagana,
mas hip se viene la sana
culminación que intoxica,
lo que hip hip significa
que la décima es peruana.
Todos se echan a reír, hasta el mozo. Animado por la situación, Omar Camino saca su guitarra y se lanza al ruedo:
Omar Camino–
Presiento que esta jarana
la miran desde una estrella
los que dejaron su huella
en la décima peruana.
Al ver tanta gente hermana
que hace ¡salud! por sus versos,
descenderán sin esfuerzos
y antes de empinar los codos
nos declamarán a todos:
¡Ya llegaron los refuerzos!
El Topo Erudito se acerca a la barra y pide «un pisco sour, señor mozo misterioso» y quiere beberlo, pero se detiene. Nicolás Paulsen lo ve intentar tomar el trago, nuevamente, y le dice:
Nicolás Poulsen–
Diez de agosto, llego al bar.
No veo ninguna falda.
Pedro con una guirnalda
por vincha, quiere brindar.
Alexis mirando el mar,
con un talante bohemio,
se extraña del Topo abstemio.
Un cartel en la ventana:
«A la décima peruana,
tus compañeros de gremio».
Carmen Macareño se acerca y le dice a Nicolás Pulsen «¡Cómo que no hay faldas! ¡Acá hay una!» y le sonríe. El Topo Erudito se ríe de buena gana. Benjamín Valdivia, Alexis Díaz Pimienta y Pedro Villa se acercan a preguntarle sobre sus reflexiones. «Ya que eres el erudito» se oye entre las voces y las risas. El Topo Erudito mira el techo del bar:
El Topo Erudito–
No sirve que suene lleno
el vaso si no trae agua.
Su tintineo no fragua
la realidad. Yo me apeno
demasiado. Hasta condeno
a mi alma, que es hipoacúsica
y aun así escucha esa música
que proviene de la nada.
¿Terminará envenenada
por el vaso de agua prúsica?
Emocionada, Carmen Macareño reta a Pedro Poitevin a un contrapunto en espinelas, pero él termina dormido en la barra. Zejo Cortez se acerca al mozo y le dice en verso: «Un chilcano más... El clima... / ¡Viva la décima y Lima!»; ante la sorpresa de todos, el mozo le responde con una semiespinela: «Que la garúa limeña / caiga lenta desde el cielo / como un beso de vapor / y que hoy el único clima / sea el calor con que Lima / recibe a este servidor». Zejo Cortez no se queda callado:
Zejo Cortez–
Improvisando a la luz
del neón, Pimienta narra
lo que Poetivin en jarra
de ron no vio a contraluz.
¡Nicomedes Santa Cruz!
¡Mariano Melgar! Las glosas
invitadas (¡valerosas!)
por la Décima Peruana;
se unen en esta jarana,
¡que arma hoy Décimas Cosas!
El mozo se quita la gorra: es Jorge Drexler, que ha llegado a Lima de incógnito para celebrar el «Día de la Décima Peruana» con sus amigos. Todos lo saludan contentos. Benjamín Edwards revisa su celular y dice: «¿Aló? ¿Pepe?», pero la comunicación no es clara. Alexis Díaz Pimienta empieza a improvisar:
Alexis Díaz Pimienta–
Reunidos en un bar
estamos los decimistas,
escritores, repentistas,
herederos del Juglar.
Vivir y beber: versar.
Versar y beber: vivir.
Viviversar: escribir.
Vivi-beber: estar vivos.
Todos son buenos motivos
para décimo-existir.
Carmen Macareño aplaude y le sigue a Alexis Díaz Pimienta en la improvisación:
Carmen Macareño–
La décima pinta al poeta
una sonrisa indeleble,
y hace que todo se pueble
con su perfecta silueta.
Ella se inventa un planeta
donde hay solo un continente..,
para que toda la gente:
peruanos y cubanos,
y también venezolanos,
podamos decir: «¡presente!»
Jorge Drexler se acerca a Benjamín Edwards, quien ya ha logrado establecer la comunicación con José Luis Mejía. Dice: «Aquí está Décimas Cosas / y sus flagrantes amigos, / ¡queremos ser los testigos / de tus rimas poderosas!». José Luis Mejía responde:
José Luis Mejía–
Desde lejos (pero cerca),
por los amigos (y más),
saludo a ritmo (y compás)
en décima simple (y terca).
Que una vuelta más (la tuerca)
dé, gentil, libre y galana.
Porque el verso nos hermana,
componiendo poesía,
¡celebraremos el «Día
de la Décima Peruana»!
Omar Camino empieza a tocar guitarra. Jorge Drexler canta, Carmen Macareño sigue el ritmo con las palmas y la acompañan Zejo Cortez y Benjamín Edwards. Nicolás Poulsen saca del bolsillo de su pantalón un papel y un lápiz, empieza a escribir, pero luego lo guarda y canta con todos. Alexis Díaz Pimienta, Benjamín Valdivia, El Topo Erudito y Pedro Villa se unen al coro, mientras que, en la pantalla, José Luis Mejía se echa a reír al ver a Pedro Poitevin roncar en la barra.
(OSCURO.)
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